Era por suesto la respuesta al acertijo de ayer.
Nació en Montreal el 31 de marzo de 1971, de padre pakistaní y madre alemana.
Aunque parezca mentira sus compañeros de clase la trataban mal
(hay que ver la cantidad de críos que hemos sufrido eso que ahora llaman bulling, y que de toda la vida se ha llamado abusones).
Sus medidas casi perfectas: 1,78m y 86.5-61-89 hicieron de ella una de las modelos más importantes de la década de los 90.
Trabajó con los más grandes:
y otros no tan grandes...
y sus andares por la pasarela hicieron que la apodasen la pantera.
Ella explicó a la revista W cómo era su forma tan característica de andar:
Los pies se cruzaban totalmente uno sobre el otro. Cuando el pie que cruza pisa la pasarela, el pie de apoyo debe hacer un giro hacia adentro, haciendo que oscile. El pie de apoyo también debe hacer un pequeño balanceo. El balanceo de los brazos deben rezumar confianza. Y al final de la pasarela, las manos se pondrán firmemente en las caderas. Las caderas deben girar un poco, simplemente para desplazar el peso, y volver hacia la otra dirección, cómo con el ritmo de un metrónomo. La cabeza la más recta posible y la mirada hacia delante sin importar lo que pase detrás.
Tiene una hija llamada Maya.
Está retirada desde 1998.
Y cómo ayer decían los que adivinaron que ella era la protagonista de la portada podría hacer uno de esas vueltas de las supermodelos de los 90 porque seguro que sigue tan estupenda cómo antes.
Pero este trabajo supuso que ella rompiese su relación con su padre, que era clérigo musulmán y no entendía el trabajo de su hija.
Trabajó con los más grandes:
y otros no tan grandes...
y sus andares por la pasarela hicieron que la apodasen la pantera.
Ella explicó a la revista W cómo era su forma tan característica de andar:
Los pies se cruzaban totalmente uno sobre el otro. Cuando el pie que cruza pisa la pasarela, el pie de apoyo debe hacer un giro hacia adentro, haciendo que oscile. El pie de apoyo también debe hacer un pequeño balanceo. El balanceo de los brazos deben rezumar confianza. Y al final de la pasarela, las manos se pondrán firmemente en las caderas. Las caderas deben girar un poco, simplemente para desplazar el peso, y volver hacia la otra dirección, cómo con el ritmo de un metrónomo. La cabeza la más recta posible y la mirada hacia delante sin importar lo que pase detrás.
Tiene una hija llamada Maya.
Está retirada desde 1998.
Y cómo ayer decían los que adivinaron que ella era la protagonista de la portada podría hacer uno de esas vueltas de las supermodelos de los 90 porque seguro que sigue tan estupenda cómo antes.
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