Uno de los disgustos que me he llevado estos días, a parte de desgracias varias que no vienen al caso, es que se me ha terminado la suscripción que tenía al Vanity Fair y eso significa que ya no llegará a mi casa el número con este maravilloso artículo.
En febrero, Pierre Bergé, pondrá a subasta en Christie’s gran parte de la colección de arte de Yves. Y yo sin millones en el banco para poder comprarme algo.
Yves Saint Laurent en el salón de su apartamento en el 55 de la Rue de Babylone. El cuadro de la parede es The Black Profile de Léger (1928).
Por que , ¿dónde iban a estar mejor todas estas joyas que en mi casa? Así que si algún millonario generoso quiere comprarme algo que sepa que yo sí soy una mujer que se puede comprar (aunque nadie haya dicho que sea barata)
Toda la galería aquí. Aviso que es para ponerse verde de envidia de lo bonito que es todo y después morirse de envidia.
Y a todo esto dos cosas que no tienen nada que ver.
1. Parece ser que nuestro inefable amigo Marc Jacobs se ha hecho un nose job. Y yo apuesto que va a ser le primero de muchos...
2. Alguien tiene una de esas cafeteras pijas cómo la que anuncia George Clooney que va con cápsulas. ¿Merece la pena?
Y a todo esto dos cosas que no tienen nada que ver.
1. Parece ser que nuestro inefable amigo Marc Jacobs se ha hecho un nose job. Y yo apuesto que va a ser le primero de muchos...
2. Alguien tiene una de esas cafeteras pijas cómo la que anuncia George Clooney que va con cápsulas. ¿Merece la pena?
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