Thursday, February 4, 2010

Yo mi me conmigo




Lo reconozco. Está claro que cualquier persona que se abre un blog tiene un punto exhibicionista. Y aunque en los que hablan de trapos, la palma se la llevan aquellos que tienen la valentía de sacarse fotos con sus modelitos diarios, los que simplemente nos dedicamos a teorizar sobre lo divino y lo humano de las colecciones y cotilleos varios que rodean a este mundillo también tenemos nuestro punto de "egolog".

Nos multiplicamos en las plataformas sociales, ya sean facebook, twitter o la que surja en el momento, controlamos el número de visitas y comentarios. Los buenos blogueros (no como yo, que soy lo peor y casi nunca lo hago) contestan uno por uno los comentarios que reciben y los que son la repera incluso comentan en todos los que visitan (y en alguno más si hace falta).



También están a los que el ego les importa un pimiento por supuesto, como el Sr. Q, que ha quitado los comentarios y les parece lo más molón del mundo tener una advertencia de contenido (que la verdad sí que mola).

\modo chat on con el Sr. Q\ Por favor vuelve a poner los comentarios o por lo menos un mail de contacto a la vista para mandarte las cosas que quiero decirte, que tengo que ir dejando recaditos por otros blogs que sé que lees; que el post sobre el señor naranja me ha dejado con un come come interior tremendo. Y además, necesito que me cuentes más detalles del sueño! \modo chat off con el Sr. Q\


Y es que hoy tengo que hacer una confesión. Esta semana he tenido un subidón de ego cuando el martes por la noche un lindo pajarillo me informó que mi blog salía nombrado (junto a otros) en un artículo dedicado a bloggers de moda el sábado 30 de enero en La Vanguardia



si pincháis en las fotos se hacen grandes y podréis leer el artículo

subidón que aumentó gracias a Nils, aunque esto ya lo contaré más adelante o mejor lo cuenta él mismo...

En realidad, lo que quiero es dar las gracias. Gracias a los que se pasan por aquí, comentan, opinan y hacen que esto sea algo vivo y que merece la pena. Gracias de verdad, por que no tenéis ni idea de lo mucho que significáis para mi.

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