Y es que mucho piquito de oro, mucho comentar y sentar cátedra desde el ordenador de casa pero tenía pendiente lo de acudir a un desfile de verdad, con modelos de verdad (y no de esas que hoy se presentan a Miss Provincia de... o que presentan la moda de las tiendas del pueblo) y propuestas de verdad.
La suerte hizo que mi primera vez (y la segunda, pero esa os la cuento mañana) fuese fuera del recinto de Cibeles en Ifema, que es muy cómodo para los diseñadores, pero no tiene el mismo encanto, todo sea dicho.
Por eso, tener la suerte de poder ver el desfile de Carmen March con la invitación de Raquel Gratis Total (porque está muy feo eso de dejar una silla vacía en el front row, y es que estaba sentada al lado de Lucas Arraut) ha sido un verdadero regalo.
La propuesta de March fue una verdadera colección de invierno (lo comentaré más adelante pero estoy un poco harta de ver colecciones de otoño invierno sin una sola manga larga o una prenda de punto). Abrigos, chaquetas, prendas de punto, en colores clásicos del invierno pero sin caer en el tópico del "solo negro": marrones, verdes, mostaza, caldero, teja,... , estampados pictóricos y transparencias con lunares.
Y sin olvidar los complementos: cinturones de doble vuelta, bolsos con apliques de piel, pañuelos en la cabeza y botines de tacón de cuña de goma que daban a los estilismos un look entre grunge y campestre muy interesante.
Todo ello bajo los compases de Nico y la Velvet Underground con su "All tomorrow Parties"
una canción que respetaba perfectamente el espíritu de la colección, algo que algunos diseñadores parecen olvidar al elegir la banda sonora de sus desfiles.
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