Iselin Steiro (que también participa en la campaña de otoño de Mulberry), Kinga Rajzak y Mathias Lauridsen son los protagonistas de la campaña de otoño de Missoni fotografiada por el ubícuo Steven Meisel, y que está inspirada en la película de Bertolucci de 1970 que titula el post de hoy, y que tiene un gran parecido con la estética de la última colección de Missoni.
La película se desarrolla en 1938 y cuenta la historia de un profesor de filosofía que se une al partido fascista italiano que aprovecha su luna de miel en Paris para cometer un atentado contra un exiliado porlítico que había sido profesor suyo.
Una historia ligerita vamos (esta es una de las películas más políticas del director italiano).
A mi la campaña me gusta porque me gustan esas atmósferas asfixiantes y las campañas que cuentan una historia, en las que se captan momentos de vida, en las que beben, fuman o ven la tele tirados en el suelo mientras la mesa sigue puesta al fondo del cuarto y la luz de la calle se tamiza a través de las persianas.
Me gusta que no se miren a la cara entre ellos, me hace preguntarme ¿qué pasa aquí? y me gusta que tampoco miren directamente a la cámara para permitirnos jugar a ser vouyers sin que en ningún momento corramos el peligro de ser descubiertos.
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