Una de las anécdotas más recurrentes en mi casa es la que cuenta mi madre para justificar mi desmedida afición por los bolsos, y es que parece ser que incluso antes de aprender a andar yo no salía de casa sin un bolsito que adoraba.
Y con los años esta adoración no ha menguado en absoluto, sino que ha ido creciendo poco a poco, así como mi afición por las series de televisión (lo de la tele es otra anécdota recurrente pero os la cuento otro día)
Por eso no he podido evitar sentir una nostalgia tremenda al leer que el domingo subastaron el bolso más famoso de la tele: el de Sophia Petrillo
me encanta que no se lo quite ni disfrazada
y es que hay objetos que son inseparables del personaje.
Nadie imagina a Colombo sin su gabardina, hay camisas que te recuerdan inevitablemente a Tony Soprano, Carrie va indiscutiblemente unida a unos Manolos.
Y es que la ropa y los accesorios pueden ser una parte fundamental a la hora de construir un personaje, pudiendo darte más información ese simple detalle de atrezzo que 500 páginas de guión.
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