Son los conceptos básicos del reciclaje y se basan en tres sencillos principios:
RECUPERAR, REUTILIZAR y REDUCIR.
Y aunque José Castro dice que su inspiración ha sido un guacamayo llamado Aurora, creo que esas tres máximas lo han inspirado más de lo que él cree.
Recupera lo mejor de los mejores diseñadores (es fácil encontrar ecos en su propuesta de Armani, Saint Laurent, Mugler o McQueen), sin perder en ningún momento su propia esencia, en una colección donde los 80 son inspiración pero no dictadura.
Reutiliza elementos como alarmas de la ropa del Bershka para crear vestidos y faldas de inspiración medieval (muérete de envidia Miucca) o patillas y cristales de gafas de marca con los que hacer unos pendientes, y que resulte perfectamente coherente, y que en manos de otros diseñadores sabe Dior que hubiese podido salir de ahí (y no quiero dar nombres, pero todos pensáis en los mismos que yo...).
Y reduce las prendas a lo básico: pantalones, faldas, blusas, vestidos, en las que es imposible que no encuentres algo perfecto para ti. Quieres colores, todos los del Trópico. Lo tuyo es el negro, el más bonito y cuidado.
Y es que si yo fuese muchimillonaria y como estoy superconcienciada con la ecología, aplicaría estas tres sencillas reglas a mi armario.
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