Wednesday, September 22, 2010

Inspirado por...

Ayer acabó la no sé cuantas edición de Cibeles, en la que se presentaron las propuestas, la mayoría sin pies ni cabeza, de un grupo de diseñadores españoles que tienen en común pertenecer a ACME y desfilar en ese sitio horroroso conocido como el Pabellón 14 de IFEMA y al que a partir de ahora llamaremos Matrix para acortar (ya que allí se pierde la noción del tiempo, del espacio y algunos hasta el buen gusto y la vergüenza).

En esta ocasión, todas y cada una de las colecciones pueden presentarse con una frase que empiece diciendo "Fulanito de tal inspirado por..." y empezar a soltar una sarta de tópicos, "afluentes" (que los ha habido de todo tipo y pelaje: Avatar, Mad Men/años 60, Capri, McQueen, y los recurrentes Celine, Louis Vuitton o Balenciaga, entre otros), y lugares comunes que podréis leer en cualquier crónica de las revistas que se limitan a calcar la nota de prensa del diseñador y no dirán nada de la vacuidad de las propuestas, de lo poca visión de futuro que tienen estas propuestas porque parece que nos olvidamos que se presentaba la ropa que se supone que nos vestiremos el verano que viene y en realidad llevamos todo este verano viéndola en las tiendas y lo que es peor, poniéndonosla.

Las propuestas novedosas se cuentan con los dedos de la mano. No hay ninguna colección que emocione ni que proponga nada que se salga del esquema mental prefijado que tenemos de ese/a diseñador/a. Y eso es muy triste.

Todo esto sin contar que algunas de las colecciones presentadas jamás llegarán a ningún lado porque no hay punto de venta dónde comprarla, ya que por mucho que te enamore una falda, un vestido o un pantalón en algún caso no tendrás más remedio que llamar al taller y pedir que te lo hagan a medida (y hablo de diseñadores con más de 20 años de carrera a sus espaldas, no de gente que desfila en el Ego y está empezando o propuestas que tienen dos o tres showrooms).

Cómo me niego a hacer un post eterno sobre todas y cada una de las colecciones presentadas, básicamente porque podría acabar de mal humor y vosotros huyendo de aquí como alma que lleva el diablo daré algunas pinceladas sobre lo más destacado (tanto para bien como para mal). Aún así esto será un pelín largo, lo siento.

Dentro del gran desierto de pijamismo que es el Ego da gusto encontrar propuestas como las de Bohento, que no revolucionará el mundo de la moda pero tendría una perfecta salida comercial y le da mil vueltas a algunos que se supone que son expertos en el "sport chic" (otro topicazo más)


A pesar de volver la vista hacia atrás como tantos otros, la propuesta de Martín Lamothe resultó un soplo de aire fresco al huir del ladylike y apostando por siluetas masculinas y por trabajar materiales poco veraniegos en principio como el cuero, pero con un resultado impecable.


La esperanza blanca de esta edición era Elisa Palomino, que tras su paso por grandes firmas (Dior, Galliano o Moschino) presentaba su colección de debut en el que las flores eran el hilo conductor. Lo mejor: los acabados impecables y la maravillosa puesta en escena, algo en lo que se notaba su bagaje en grandes marcas.



Merecen mención Ion Fiz (arriba) y Teresa Helbig (abajo). Especialistas ambos en BBC (Bodas, bautizos y comuniones) han presentado dos colecciones bonitas, femeninas, favorecedoras y que cumplen a la perfección las expectativas de sus clientas: verse guapas. Y es que visto lo visto tampoco creáis que es tan fácil.


Y hasta aquí lo bueno. Lo malo (de esto me ahorro las fotos):
  • Los descartes de "Xena la Princesa Guerrera" de María Escoté, aunque ella intentase colarlo como un homenaje a Versace y sus imperdibles.
  • Otra falta de respeto a los muertos: el afluente McQueen de Ana Locking que en vez de huesos estampa en sus vestidos y chaquetas un torrente sanguíneo.
  • Las casi 100 salidas absurdas y repetitivas de Adolfo Domínguez.
  • El batacazo de Nicolás Vaudelet con una colección sin pies ni cabeza
  • Duyos y Juana Martín dicen haberse inspirado en Capri. Yo si fuese del área de turismo de esa isla maravillosa estaría preparando una demanda por daños y perjuicios.
  • Juanjo Oliva ha tenido la caradura de copiar la música del último desfile de Balenciaga. Sin miramientos. Esperemos que la SGAE tome medidas.
  • Kina Fernández, que continúa con un ERE en su empresa y con problemas financieros, creo que consiguió presentar el vestido más feo de todos los que se vieron. Si pincháis aquí es bajo vuestra propia responsabilidad. Y la competición estaba difícil.
  • Sobre todo porque Modesto Lomba se lo puso muy complicado el día anterior con una colección absurda, mal cortada, con tejidos dignos de una tienda de todo a cien y en la que los malos acabados intentan venderse como imperfecciones hechas a propósito.

El resto, sin pena ni gloria. Y el año que viene más. Lo de mejor, yo ya lo dudo mucho. Pero la esperanza es lo último que se pierde ¿no?

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