Alvarno presentó el pasado jueves 16 en el Hotel Villamagna de Madrid (¿se convertirá en su Crillon particular?) su segunda colección, en lo que iba a ser un desfile al aire libre en el que el agua era el elemento protagonista gracias a las fuentes que dibujaba la pasarela y que por la amenaza de tormenta se cubrió con una carpa dando al desfile una aire neoyorkino.
Tomando como inspiración formas y siluetas de finales del XIX, y utilizando tejidos ricos: encajes, bordados, organzas, han conseguido que la colección tenga un aspecto lujoso y barroco pero no recargado, gracias a una paleta de colores delicadamente neutra: rosas palo, nudes y dorados y por el inteligente uso de adornos en cuero en tirantes y cinturones. En este momemento en el que la piel vuelve a estar en su máximo apogeo, me parece una forma muy acertada de introducirlo en sus propuestas para el verano y sin necesidad de copiar a Celine, como hacen muchos otros... y no diré más.
Uno de los aspectos más interesantes del desfile fue el maravilloso uso de las transparencias, principalmente en los looks con pantalón ya que conseguían aportar un toque sexy al conjunto sin resultar en ningún momento vulgar.
Por último quiero hacer una mención especial a este vestido
en el que no sé si el efecto está buscado o no pero me recuerda muy mucho al trabajo de Valentino en los 60 (tanto en el uso de las flores en relieve y en la silueta) y del que podrían aprender la parejita que está ahora en la casa del señor naranja.
0 comments:
Post a Comment