Junio significa crucero (o resort) en el mundo de la moda. Esas colecciones que se crearon para que las muchimillonarias texanas pudiesen estrenar un Dior o un Chanel en invierno sin repetir los modelitos de unos meses atrás, y que hoy son algo una especie de laboratorio de ideas donde se prueban propuestas para la siguiente temporada, se recogen los grandes éxitos de la temporada vigente y se revisitan los grandes éxitos de la marca (y más en estos tiempos en los que la máxima parece ser: si algo funciona no lo toques).
Y después de pegarme un atracón tremendo de fotos en el style.com he decidido hacer un top 5, al igual que hice el año pasado:
1. Lanvin
Elbaz tiene un toque especial en sus colecciones resort. En la de este año no llega a la magia que tenía la de 2010, pero tiene propuestas interesantes: vestidos que se transforman, prendas múltiples que evolucionan de bañador a vestido, clásicos con volantes o ropa que parece de bajar a la playa pero que vista de cerca es pura sofisticación.
Y atención a las plataformas y al resto de complementos, gafas, collares, bolsos y demás (turbantes incluidos).
2. YSL
Cuando las malas lenguas ya daban por muerto a Pilati, resucita con una colección genial, llena de guiños al maestro Saint Laurent y sus maravillosas creaciones de los 70 (que para eso están los archivos) en más turbantes, en los juegos con los colores, con su revisión del smocking, en una colección presentada en el consulado francés de Nueva York, toda una declaración de intenciones.
Hay pocas verdades universales en el mundo de la moda, pero creo que puedo afirmar que una de ellas es que nadie sabe tratar mejor el animal print que un italiano. El resultado puede ser sexy y tirando a barriobajero cuando lo usan D&G o Cavalli o puede ser algo elegante y a la vez divertido como demuestra Valli con sus estampados de cebra, leopardo, tigre o jirafa, llegando incluso a mezclarlos en algunas prendas, y sin desentonar con el resto de la colección en el que los colores neutros (negro, blanco, rosa palo, gris y tostado) dominan la paleta, dejando una única concesión al rojo.
4. Celine
Debo confesar que esta ha sido la última colección en entrar en la lista de las 5, pero pocos regresos han sido tan triunfales (además de influentes, cuando no copiados) en el mundo de la moda como el de Phoebe Philo. Un regreso que supone una evolución del estilo minimalista. Novedades: pocas. Estas es quizás una de las colecciones resort más continuistas, pero en una recién aterrizada se permite que explore un poco más y que establezca las bases. Pero también da pistas de hacia dónde puede ir su propuesta para la primavera al probar nuevos colores. Eso sí, todo bien aderezado por un montón de complementos, que parece que serán una de las grandes apuestas de la marca.
5. Givenchy
Tisci dice que se ha inspirado en Frida Khalo. No digo yo que no, pero a veces me planteo seriamente si estas cosas son en serio o las dicen simplemente para contentar a la prensa. Yo simplemente veo una versión light del último Tisci aunque no por ello pierde la esencia: blanco, negro, rojo, transparencias, encajes. Y con un toque de leoparderío que parece que vuelve con fuerza.
Por cierto, ¿no os parece que estas dos looks (y las chaquetas en particular) podrían ser perfectamente de David Delfín?
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