Beyond
Cuando piensas que a tu capacidad de sorpresa ya nada le puede afectar, que lo has visto todo, justo entonces llega Anna dello Russo, editora de Vogue Japón, y lanza un perfume (aunque no estará disponible hasta navidades)
y lo peor de todo es qué no sé de qué me sorprendo porque desde hace ya una temporada lo llevaba anunciando en ese templo del bizarrismo, el dorado y el egocentrismo que es su blog y que no hace otra cosa que aumentar su leyenda al mostrarnos sus fotos en blogs de streetstyle, sus armarios con sus vestidos, joyas y zapatos, las cosas que le gustan, sus gifs animados (una Cenicienta, una Campanilla y un Winnie the Poo entre otros), sus autofotos en el baño, y algunos de los editoriales que ha publicado en su carrera.
Y cómo la principal característica de Anna es la sencillez, ahora al entrar en su blog, el cursor del ratón, esa flecha tan sosa en cualquier otra pantalla, en el de ella tiene la forma del zapato que es a la vez el frasco del perfume.
A gente así si no existiese habría que inventarla solo por los buenos ratos que dan y yo además doy gracias a Dior de vivir en una época en la que internet permite que todas estas locuras puedan ser observadas por mi.
Y cómo la principal característica de Anna es la sencillez, ahora al entrar en su blog, el cursor del ratón, esa flecha tan sosa en cualquier otra pantalla, en el de ella tiene la forma del zapato que es a la vez el frasco del perfume.
Si tenéis un día aburrido, daros una vuelta por ahí ya que nadie que esté interesado en el mundo de la moda debería perderse esas fotos de marco dorado, que la mayor parte de las veces salen cortadas por esa afición tan moderna de poner las fotos gigantes pero sin saber exactamente cual es el ancho de la columna, o sus comentarios en diferentes tamaños de letra o esos collages en los que recopila fotos del style.com y le pega una cabecita suya.
A gente así si no existiese habría que inventarla solo por los buenos ratos que dan y yo además doy gracias a Dior de vivir en una época en la que internet permite que todas estas locuras puedan ser observadas por mi.