Tuesday, May 11, 2010

El diseño del límite


Ayer se inuguró en el Museo de Bellas Artes de Bilbao la exposición dedicada a Balenciaga, y que se podrá visitar hasta el próximo 26 de septiembre.

Esta exposición, que han titulado "El diseño al límite" no pretende ser, según el director del museo, una radiografía exhaustiva del diseñador ya que en su opinión eso es algo que le corresponde al museo que está proyectado en Guetaria.

Museo cuyo proyecto ha sufrido todo tipo de contratiempos: robos, fraudes, corrupción y creo que alguna de las siete plagas egipcias. Hasta hay sobre él, o más bien su ausencia, una comisión de investigación en el Parlamento Vasco (el mejor sistema para que no se descubra nada, como todos sabemos). Y es que no hay nada mejor para chafar un proyecto que dejarlo en manos de los políticos, y no hace falta más que recordar el asunto de los premios Aguja de Oro y el Ministerio de Cultura.



La intención de esta exposición, y siempre en palabras del director, Javier Viar, es explorar a través de siete áreas temáticas (noche brillante, ave de noche, el cuerpo alojado, el milagro Balenciaga, siluetas nocturnas, mujeres flor y la novia) toda la carrera del modisto a través de 35 trajes.

Hasta aquí la típica información de cualquier exposición ¿verdad? Pero ayer leyendo el artículo de Eugenia de la Torriente para El País tuve un momento que no sé si describir como de pasmo o de verdadera tomadura de pelo. Y es la parte en la que el Señor Viar justifica como se han gastado la mayor parte de los 390.000 euros del presupuesto de de la exposición: en las instalaciones que han hecho dos arquitectos del estudio AV62.

Copio y pego:

En lugar de encerrarse en una sala concreta, los trajes recorren el museo y toman siete zonas de paso. Al pie de una escalera o en un pasillo salen al encuentro del visitante en una instalación concebida por el estudio de arquitectura barcelonés AV62, que desde 2008 trabaja en el interiorismo del centro de Getaria. Los trajes aparecen enmarcados por aros de neón o urnas de metacrilato. Realizados de forma artesanal, estos artefactos se han llevado buena parte del presupuesto de la exposición, que ronda los 390.000 euros. La idea es transmitir un aspecto fundamental en la filosofía estética de Balenciaga. Su ropa crea una coraza geométrica que dialoga con el cuerpo desde la distancia. Dejando un hueco cargado de misterio entre la piel femenina y la estructura que la cubre.


¿Me están diciendo en serio que se han gastado más de 50 millones de pesetas (que yo soy la antigua y no las pesetas, y así como que todavía me entero mejor de las cantidades) en esas tontadas? ¿Y lo dicen tan panchos en un periódico de tirada nacional? Me encantaría saber qué parte exacta de todo el presupuesto se gastó en lo verdaderamente importante: los 35 trajes.

Creo que por menos la fiscalía anti-corrupción ha actuado (y sino debería), y la comisión de investigación esa debería ocuparse ya de paso de esto.

Porque es realmente vergonzoso que se gaste así el dinero. Porque me parece injusto que se siga maltratando la figura del modisto más grande que ha tenido este país. Es vergonzoso que todavía no funcione el museo en su honor, pero lo es todavía más que no se haga una exposición retrospectiva al nivel de la que se está haciendo ahora mismo a YSL en París, en la que los visitantes pueden maravillarse con más de 300 piezas.

Todas las fotos son de EFE

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